BUDAPEST.- Pocas horas después del cierre de la frontera con Serbia, Hungría anunció que construirá una valla también con Rumania para evitar que los traficantes de personas busquen una ruta alternativa por ese país, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto. De inmediato, el Ministerio de Relaciones Exteriores rumano expresó su condena al plan húngaro. “No está en sintonía con el espíritu europeo”, señala un comunicado. La iniciativa “no es correcta desde el punto de vista político”, teniendo en cuenta que ambos países son “socios estratégicos”, agrega el ministerio en Bucarest. La construcción comenzará en el triángulo fronterizo que comparten Hungría, Serbia y Rumania. “En un tiempo razonable”, la valla seguirá hasta el cercano río Mures y algunos kilómetros más al Este, dijo Szijjarto.
Una parte de los miles de refugiados que se encuentran varados en la frontera serbo-húngara inició una huelga de hambre, en tanto que Serbia acusó a su vecino de haber roto sus promesas al cerrar por completo el paso.
“El gobierno húngaro cerró el cruce de Horgos y ahora la situación se vuelve más complicada”, indicó el ministro serbio de Bienestar Social, Alexandar Vulin, quien aseguró que de este modo Hungría incumple las promesas hechas de dejar pasar a los refugiados legítimos.
Hungría declaró también el estado de emergencia en las regiones de Bacs-Kiskun y Csongrad, en el Sur, por las que discurre la valla fronteriza de alambre de 175 kilómetros que se construyó para frenar la llegada de refugiados desde Serbia. El estado de emergencia allana el camino para que el Parlamento autorice al Ejército a apoyar a la policía a lo largo de la frontera y coincide con la nueva ley para refugiados que entró en vigor este martes. En el caso de cruzar la frontera de manera ilegal, los inmigrantes pueden ser detenidos o deportados, ya que el cruce pasa a ser delito cuando antes era una falta simple. “A partir de hoy cambiará dramáticamente la situación”, anunció el vicepresidente del Parlamento, Gulyas Gergely, en la frontera. “Si Grecia no puede proteger la frontera exterior de la Unión Europea (UE), estamos dispuestos a hacerlo”, añadió. En tanto, miles de refugiados que se encuentran en Turquía se pusieron en camino hacia la frontera con Grecia. Los inmigrantes, sobre todo sirios, reclaman que Turquía abra la frontera de su país con la UE, para que no tengan que poner en riesgo sus vidas en una peligrosa travesía por el Mediterráneo. Turquía alberga a unos dos millones de refugiados, en su mayoría sirios.
Austria anunció que comenzará a controlar sus fronteras orientales y del Sur a partir para enfrentar el creciente flujo de refugiados. “La intensidad de los controles se mantendrá al nivel necesario para garantizar la seguridad”, informó el Ministerio del Interior. El presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, advirtió que convocará a una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno del bloque para abordar la crisis de los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, y su homólogo austríaco, Werner Faymann, solicitaron una reunión para analizar cómo poder ayudar a los países de origen de los refugiados. Faymann criticó que la UE no “moviliza de manera conjunta” los recursos para solucionar el problema y recordó que no es algo que pueda recaer por completo sobre tres países (Alemania, Austria y Suecia). Unos 500.000 inmigrantes entraron en territorio comunitario en los primeros ocho meses del año. (DPA)